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Malditos miércoles con Magnetic Fields




Soy demasiado culpable de bajar discos por docena y escuchar sólo tres, o escucharlos todos, pero nunca con la suficiente atención que merecen.

La discografía de The Magnetic Fields es una de las afectadas por esa terrible condición. Sin embargo, después de haber escuchado su último disco, el cual está por streaming en NPR, me comprometí a registrar mi iPod y apreciar a esta banda de la manera que verdaderamente merece, no a manera de singles, como lo había hecho hasta ahora.

Si aún no han escuchado "Love At The Bottom Of The Sea" no sufran más, den clic aquí y empiecen a disfrutar de esta belleza de inmediato.


Nos están matando


O mejor dicho, nos estamos matando.

Cuando me preguntan en Chile por qué me fui, y ello surge todo el tiempo, enumero varias razones: Me gusta viajar, siempre quise mudarme, quería mejores oportunidades y por supuesto, la inseguridad.

Aquí no se creen los cuentos que les echo respecto a ese último y tan importante factor.

Aquí, en Santiago de Chile, les parece impresionante que me hayan asaltado a punta de pistola en un bus camino a la universidad un día cualquiera a las dos de la tarde. Se asombran cuando les cuento que a mi mejor amiga le robaron el carro en una farmacia y que a mi profesor de química en el colegio lo mataron frente a su familia en un restaurant, sólo por estar ahí en el momento en que a unos malandros se les ocurrió atracar el sitio.

Cuando vives en Venezuela no sólo conoces esas historias y muchas peores, sino que las has vivido y lo menos que hacen es sorprenderte.

Nos estamos matando y lo peor del caso, es que nos hemos acostumbrado a ello.

No es nada sencillo vivir con miedo. No es fácil salir a la calle y dudar de si vas a regresar a tu casa esa noche. No es fácil pasar tu vida asumiendo lo peor de cada persona con la que te cruzas por la calle, porque la experiencia te ha enseñado que hasta quien menos esperas puede meterte un tiro en la cabeza por nada más que el celular que cargas escondido en los bolsillos. Eso no lo sabe el resto del mundo, pero nosotros lo vemos como normal.

"Venezuela, el mejor país que hay" dicen algunos. Me van a disculpar, pero hasta donde yo sé el mejor país es aquel que te permite vivir en paz y en el nuestro ya esa palabra ni se usa. Venezuela tiene todo el potencial de serlo, y quizás alguna vez lo fue, pero hoy por hoy le falta bastante para merecer ser llamado así.

En ese país no se vive sino que se sobrevive, quienes lo conocemos a fondo sabemos que aquello es una guerra y la estamos perdiendo poquito a poquito, porque al futuro de la nación se lo está llevando el hampa o, con un poco más de suerte, un avión.

No hay ironía más mórbida y real para ilustrar todo esto que digo que el cuento de OneChot, un tipo que se convirtió, sin proponérselo, en el tapón perfecto para la gran boca que dijo que su "Rotten Town" era pura exageración, algo que no representa la realidad venezolana.




Pues mientras esos grandes bocones continúan negando lo que pasa, poco a poco en Venezuela el pueblo se va extinguiendo.

No se dan cuenta que a este paso se van a venir quedando sin gente a la cual mentirle.

Claro, porque mientras ellos se protegen con su intento de revolución se olvidan de la persona común que se juega la vida todos los días como una morbosa lotería.

No creo en dios, creo en moz


Mi fin de semana fue dedicado al gran Morrissey.




Desde ir a ver su show en Viña del viernes por pantalla gigante en Blondie y reírme un buen rato de lo feo que bailan los chilenos - sin ofender - hasta el esperado día del concierto en el Movistar Arena, pasé tres días completamente entregada al Moz.

Clic aquí si quieres leer mi reseña del concierto para SmartMusic.


age ain't nothing but a number


Cuando era pequeña moría por ser mayor, usar maquillaje, ponerme tacones y salir a rumbear. Cuando pude hacer eso entonces me entró la crisis de "me faltan {x} años para cumplir treinta".

Hoy, tengo 22 años y honestamente no los siento. No es nada, lo acepto, soy una nena aún y así precisamente es como me siento, razón por la cual me cuesta aún más entender a la gente de mi edad que se autodenomina vieja y ya empieza a comportarse como si tuviera cincuenta.

En esta sociedad nos enseñan a valorar nuestra juventud como si fuese un tesoro preciado y fugaz, quizás sí lo sea, pero ¿quién dice que ella se termina a los treinta? Si me preguntan a mí, uno es joven mientras así se sienta y mientras viva como tal, después de todo nadie sabe cuánto le queda de vida así que ¿para qué mortificarse esperando el fin?

Y si no me quieren hacer caso y prefieren seguir llorando mientras calculan el tiempo que les falta para morir viejos, arrugados, encorvados y miserables, por favor vean este tráiler para que entiendan cómo es más bonito vivir la vida.




Yo de verdad espero que cuando cumpla setenta Advanced Style siga existiendo y ser lo suficientemente genial para aparecer en él. Que Sartorialist ni que nada.

FEMINISTA/FASHIONISTA




"Café con Piernas" le llaman en Chile. En Venezuela lo más cercano podría ser quizás un cabaret, pero no, esto es algo muy peculiar de Santiago. Este, es el perfecto ejemplo de cómo algo tan simple como un vestido - o la falta de - puede degradar u agrandar a una mujer.

Algunas y algunos estarían totalmente en su contra afirmando que la manera en la que están vestidas sus camareras sólo consigue convertir a las mujeres en objetos sexuales, puestas ahí para entretener a los hombres, mientras que otras y otros replicarían que ellas están ahí porque quieren y que mientras estén satisfechas con lo que hacen no están siendo vulnerables ni humilladas sino que al contrario, están poniendo al frente su orgullo de mujeres. Y es que esa es la cosa, cuando se trata del feminismo, ni siquiera los mismos feministas están de acuerdo.

En este caso la discusión se trata de la moda, algo criticado por muchos, ignorado por otros y seguido al pie de la letra por unos cuantos. La moda es un tema tan amplio que para empezar a hablar de ella y su importancia necesitaría mucho más que sólo un post. Quisiera ser tan concisa como Miranda Priestly lo fue en The Devil Wears Prada para explicarlo todo en un breve monólogo, pero desafortunadamente no lo soy.



El tema de la moda vs. el feminismo, si van de la mano o si son dos cosas que no tienen por qué juntarse o lo que sea, ha estado rondando desde que la idea de la liberación femenina fuera puesta por primera vez en la palestra. Cuando a principios del siglo XX las mujeres empezaron a reclamar su derecho al voto, aquellas que no se atrevían a defender su posición en voz alta utilizaban brazaletes en colores morado, blanco y verde, cuyas siglas en inglés (green, white, violet) significaban "Give Women Vote" - "Dale el voto a la mujer" -  mientras que algunos años antes, las jóvenes feministas en Estados Unidos, Francia e Inglaterra empezaron a adoptar para su vestuario prendas hasta entonces utilizadas sólo por el hombre, como las corbatas.

A través de la moda exploramos y creamos nuevas alternativas para nosotros mismos, ella es un medio por el cual comunicamos un mensaje y en muchos casos ese mensaje puede ser una cachetada a lo convencional. Si no me creen veamos a los drag queens. Ellos no sólo son hombres vestidos de mujer, sino que llevan la feminidad al extremo a través de la moda y ¿qué mejor ejemplo de subversión y contracultura que un tipo en full drag?

Si algo tienen en común la moda y el feminismo es la ambivalencia que existe en ambas. En la versión original de un artículo escrito por Minh-Ha T. Pham para Ms. Magazine - aquí la versión corta - ella señala cómo la moda es una herramienta de expresión individual y al mismo tiempo una de conformidad social, valorizando la elección individual al mismo tiempo que permite una serie de "fashion dont's" que lo único que hacen es poner restricciones sobre esa individualidad que supuestamente tanto celebra. El feminismo, por su parte, en su búsqueda de la liberación femenina se ha encargado históricamente de callar los logros de mujeres "de color" y trabajadoras, cuyo trabajo para la causa es celebrado, pero no exaltado por el feminismo mainstream.

"Y sin embargo, a pesar de todas esas contradicciones la moda y el feminismo están ambos preocupados por el poder impuesto y el poder asumido. Los dos son, simultáneamente, instrumentos de control social y transformación social".
Ser o no ser

No es necesario explicar que ser mujer significa estar en búsqueda de un ideal de belleza inalcanzable. Digo inalcanzable porque hagas lo que hagas y, por tanto, vistas lo que vistas, nunca nada va a ser suficiente.



Si te cubres de pies a cabeza en una burqa te van a ver como la pobre víctima oprimida, sin importar si tú elegiste vestirte así e ignorando que para la mujer musulmana tradicional el mayor atractivo es la modestia y no lo físico, por lo que ocultan lo último para exaltar lo primero. Si te metes en un power suit, tienes tres opciones: a) Eres Kate Moss y te ves increíble, bella y poderosa, b) Eres lesbiana c) Eres una reprimida. Mientras que si te pones una minifalda y tacones eres o extremadamente sexy, o un pobre objeto sexual, otra víctima más del poder patriarcal sobre la mujer.

Existe una cosa que en inglés llaman "male gaze", la mejor manera de explicarlo y traducirlo sería "la mirada masculina". Se vea como se vea, la mujer siempre será juzgada por el hombre - y otras mujeres, pero así es como lo llaman. Es algo de lo que no te puedes ocultar y un tema en el que simplemente no se puede ganar: si la buscas estás mal, si la evitas también. Está ahí y no hay nada que puedas hacer al respecto.

Para dar un ejemplo tomemos a alguien como Lady Gaga. Ella es rubia, de piernas largas, delgada. Entra perfectamente en el ideal de belleza occidental que todos conocemos. La mujer sale de su casa en un mini vestido de enlace rojo, con la cara cubierta, y todos comentan lo bien que le queda, el cuerpazo que tiene, lo sexy que es. Otro día decide ponerse un vestido hecho con pedazos de la rana René y entonces está loca, es una rara y no se ve nada sexy.

Porque es que después de todo ese es el dilema de la vida: Ser o no ser sexy. O eso es lo que estamos ya programados para pensar.

"If I can't be beautiful, I want to be invisible"-. Invisible Monsters, Chuck Palahniuk.

Vivimos en un mundo visual, en el que se valora más la imagen que el contenido. Si una mujer no es hermosa, está bien arreglada o no cumple con los estándares de belleza que le imponemos, se arriesga a ser invisible o rechazada. Nada de esto es nuevo y todos, hasta la que escribe este post, somos culpables de ello. En la discusión de la moda, la mujer, el feminismo y lo que cada uno representa para cada cual, esto es lo primero que se evidencia.

Entonces, si pase lo que pase las mujeres somos valoradas principalmente por nuestra apariencia ¿por qué si disfrutamos, apreciamos y utilizamos lo que la moda nos ofrece para "embellecerla" somos tan criticadas?

La moda expresiva, no etiquetada


Cuando hablo de moda en este artículo no me refiero a etiquetas, tendencias y la Semana de la Moda de NY, hablo de la moda como arte y medio de expresión, porque ella consiste en muchísimo más que lo que Cosmopolitan te dice que debes usar para verte ultra sensual este verano. Al clasificarla como eso me parece que no sólo estás equivocándote sino que le estás quitando el poder que merece, el poder que puede darte.

Me parece importante denotar que la moda es un lenguaje, una manera de expresarte a través de tu ropa. Incluso si decides salir de tu casa todos los días con el mismo jean y  franela negra estás enviando un mensaje, le estás abriendo al mundo exterior una ventana para descubrir quién eres, qué quieres, qué haces y qué te importa.

Es por eso que la moda es tan relevante. Es por eso que me empeño tanto en defenderla y en recordarle a todos que ella va más allá de las publicidades en Vogue. La moda es profunda porque nosotros mismos le damos profundidad. Porque nosotros mismos la utilizamos para un fin, así sea el de demostrar que simplemente nos sabe a mierda lo que nos pongamos.

Regresando al tema, la moda es una de las muy pocas formas de arte/medios de expresión en el que las mujeres llevamos la batuta y contamos con mayores libertades que un hombre. A nosotras se nos permite usar una mayor variedad de colores, telas, texturas, maquillaje, peinados, accesorios que a ellos. Podemos incluso adoptar elementos masculinos para nuestro vestuario y soportar una cantidad controlada, si es que alguna, de críticas. En cambio ¿cuántas veces has visto a un tipo paseando por la calle en falda sin que nadie le diga nada?
"Si la moda es un lenguaje, las mujeres tienen un mayor vocabulario y una mayor cantidad de cosas que se pueden decir en ese vocabulario"-. Greta Christina de Free Thoughts Blog.
Si nos ponemos a analizarlo entonces la crítica a la moda que la califica de algo superficial y tonto es también una expresión del sexismo, una idea que, por consecuencia, convierte a la mujer en algo también superficial y tonto.

El punto es que toda mujer tiene derecho a elegir qué es degradante para ella y qué le da poder. Ambas son dos cosas sumamente subjetivas. Si para ti un escote es algo deplorable, tienes derecho a no usarlo, mas cuídate de no degradar a la mujer que lo utiliza considerándola una víctima, un objeto, o una puta. Después de todo, juzgar a alguien por su manera de vestir es tan malo como juzgarlo por su raza, sexo o posición social.

La moda no es un indicador de sumisión, sino un medio de expresión.

Tenemos el caso de los fashion bloggers, algo tan común ahorita pero que ha provocado que personas muy apartadas de ese ideal de belleza y esa imagen que por lo general asociamos a la moda comercial y de etiquetas por fin tengan una voz y una influencia dentro de este mundo, retando al mismo tiempo a través de su apariencia los estándares dominantes de sexo, raza, edad, talla y estilo. Si nos vamos al punto de la moda como tendencias, marcas y fashion do's and dont's, atrás están quedando los días en los que esta se limita a mujeres delgadas, blancas y de al menos 1.80 de estatura.

En mi opinión, el feminismo y la moda van de la mano, puesto que ella es un elemento que da poder a la mujer, el poder de la expresión y la libertad, una manera de controlar nuestra imagen y lo que esta representa para otros. Al ignorarla, rechazarla o degradar su importancia estamos ignorando, rechazando y degradando nuestra capacidad para influenciar, no sólo lo que los demás piensan de nosotros como individuos, sino también los estándares retrógrados que esta maneja en su faceta más tradicional.
"Si la moda es libertad de expresión ¿por qué las feministas debemos limitarnos a un vocabulario tan desgraciadamente pobre?"-. Elaine Showalter, The Professor Wore Prada.

Blur = Corazoncito


Ayer pasaron varias cosas importantes.

Tuve mi primera entrevista de trabajo desde que llegué a Chile. Chávez anunció otra operación para esa enfermedad que según él un día está completamente curada y al siguiente reaparece. Santigold estrenó canción - que es bien buena, por cierto - y así podemos seguir contando, sin embargo, nada va a ser tan maravilloso como el hecho de que Blur completito tocó en vivo en los Brit Awards y por supuesto que fue maravilloso.

Si no me crees, aquí los videos:


Girls & Boys / Song 2



Tender



Parklife

¿Díganme si eso no fue perfecto? Yo les doy hasta un Oscar y un Grammy ahí mismo.

hola chile


El dia por fin ha llegado y aquí estoy, en Santiago de Chile.


Siempre pensé que la mudanza iba a ser algo agridulce, y lo fue, mas admito que imaginaba algo mucho más agrio que dulce - pensemos en la típica escena de película con la familia/amigos/pareja ahogada en lágrimas. Sin embargo, lo único que sentí en todo momento fue una paz absoluta. De hecho aún estoy esperando el primer ataque de pánico, el cual posiblemente venga pronto, pero quién sabe.

Imagino que la razón por la cual no he entrado en llanto y desesperación tenga que ver con que esta se siente como la decisión correcta. Aunque en un principio tuve mis dudas, estas fueron desvaneciéndose cada vez más hasta que dejaron de existir, sin aparecer en mi mente durante tanto tiempo que ya ni recuerdo cuándo fue la última vez.

Quien me conoce sabe que las ganas de viajar han estado en mí toda la vida, y que esta mudanza solamente es la primera en una escalera de metas a largo plazo que he estado planeando siempre, básicamente el único plan concreto que he conseguido mantener, y aunque sea difícil separarse de los seres queridos, porque siempre lo es, sé bien que esa separación sólo consta de kilómetros. Además, como le he dicho a todos mis amigos: en mi casa siempre habrá una hamaca para quien quiera venir a visitar.



Honestamente, esto de viajar se lo recomiendo a todo el mundo, personalmente siempre he querido tener el dinero para hacer aquello que vi una vez en una película, no me acuerdo cuál, en la que se daba vueltas a un globo terráqueo y donde cayera el dedo, ese era el destino a visitar. 




Atrévanse al menos una vez en su vida a irse lejos, a deshacerse de la mitad de sus posesiones materiales y despedirse de papi, mami y el mejor amigo para vivir una aventura y empezar de nuevo en otro sitio, aunque no les funcione y termine siendo terrible, siempre será una experiencia que contar y algo de lo que aprender. Después de todo ¿no es de experiencias de lo que está hecha la vida?




¿Qué puedo decir de esta ciudad? Llevo apenas una semana y ya estoy enamorada, es ENORME y preciosisísima.

La gente que he conocido hasta ahora es sumamente amable y calurosa, aún estoy esperando a aquellos que cumplen ese estereotipo que tanto me repitieron del chileno frío y cerrado.

La familia con la que estoy viviendo es increíblemente simpática, y aunque las diligencias propias del recién mudado no nos han dejado conocer mucho, las zonas que he visto, como Providencia, Vitacura o el centro de Santiago, donde estoy viviendo, son muy movidas y muy bonitas.




Admito que lo único que no he disfrutado ha sido la playa, pero eso no era sorpresa. Digan lo que quieran de Venezuela pero como esas costas no hay en ningún lado. Al menos conseguí tomarme una foto con una llama.

Aún me falta muchísimo por explorar y muchísimo más por vivir acá, se vienen unas cuantas pruebas y obstáculos que voy a tener que ver cómo saltar si lo que quiero es seguir aquí, esperemos que todo se dé y si no, pues que pase lo que tenga que pasar.

Mientras tanto, procuraré tomar unas cuantas fotos bonitas, conocer lo más que pueda, aprovechar que aquí no hay zancudos, cadenas de Chávez ni inseguridad extrema y esperar a que me entre la lloradera y la nostalgia por no tener a mis amigos, mi familia y mi gata acompañándome.

Para ver más fotos, revisa mi Flickr.

FYI: ¿Qué es, en realidad, el feminismo?


Desde hace varios días me viene rondando en la cabeza la idea de hacer una serie de posts dedicados a un tema que, aunque parece estar muy en vogue por los momentos, sigue siendo bastante desconocido para la mayoría: el feminismo.

No me voy a sentar aquí a hablar de las corrientes, orígenes o qué sé yo del feminismo sino más bien a explicar ciertas cosas, desde mi punto de vista, que siento merecen ser explicadas un poco mejor. 

Empecemos por lo primero, ¿qué es, en realidad, el feminismo?



¿Por qué empiezo con esta pregunta? Pues muy fácil: Parece existir, tanto en hombres como en mujeres, una idea bastante errónea, anticuada e incluso sexista de lo que es el feminismo. Increíblemente, en pleno siglo XXI, en el año 2012, todavía existen personas cultas e inteligentes - y otros no tanto - que asocian al feminismo como una versión "para mujeres" del machismo, hablo de aquellos que a estas alturas de la vida siguen creyendo que el feminismo no es más que el odio/desprecio hacia el hombre y la búsqueda de la superioridad de la mujer por medio de la degradación del sexo masculino, esos que piensan que todas las feministas usan faldas hasta la rodilla, cabello cortísimo y chaquetas con hombreras mientras se dedican a quemar sostenes y escupir a los hombres en la cara. 

¿Ven cómo nos quieren joder hasta lo que busca defendernos?

No quiero hacer de este post algo demasiado largo, por lo que iré directo al grano. El feminismo no se trata de nada de eso. El feminismo no busca degradar a nadie bajo ninguna condición, al contrario, lo único que este busca es la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, desde lo político y lo económico hasta lo familiar e incluso sexual. Así de simple.


Una mujer feminista no es una mujer que odia a los hombres. El verdadero feminismo no busca darle superioridad, de ningún tipo, a ningún género. Lo único que busca es igualdad.

Una mujer feminista no es una mujer poco femenina, que se cubre de pies a cabeza, que no se afeita las piernas ni las axilas, no es un "marimacho", ni una resentida. Una mujer feminista puede ser todo esto y todo lo contrario. Una mujer feminista puede usar vestidos escotados y faldas cortas, puede ser madre, esposa, novia, puede sentirse atraída a hombres, mujeres o ambos, puede ser "delicada", decir groserías, cruzar las piernas cuando se sienta o eructar sin pena, tener 300cc de silicona en cada seno o estar completamente en contra de ello, puede ser tímida, extrovertida, virgen, sexualmente activa, tener una pareja o muchas, católica, evangélica, judía, musulmana o atea, puede haber ido a la universidad o no haber pasado de la primaria, puede amar la moda, manejar bien, amar el fútbol, bailar ballet y no saber cocinar... La cuestión es que no importa si es algo de eso o algo que queda en el medio. 

Cualquiera puede ser feminista, de hecho, ni siquiera necesitas tener una vagina para serlo.

El feminismo es una cosa tan amplia que ni quienes nos lo atribuimos estamos completamente de acuerdo entre nosotros. Veamos por ejemplo el tema de la pornografía: Algunos feministas están totalmente en contra de ella, argumentando que esta pone a la mujer como un objeto, así como otros la defienden afirmando que su participación en esta le otorga poder sexual a la mujer. Sea cual sea tu posición al respecto, si estás luchando para defenderla a ella y a la mujer como ser humano que merece un trato justo, puedes considerarte feminista, y eso no tiene nada que ver con tu apariencia ni tu personalidad.

El verdadero feminismo es aquel que entiende que todos somos diferentes, todos tenemos nuestras vivencias, opiniones e ideas y que lo único que en verdad nos une es la búsqueda de la igualdad y la libertad para todos, porque las mujeres también vivimos en este mundo y merecemos dejar de ser tratadas como algo aparte, especial o distinto.

¿Quedó claro?