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¡Salió el sol!



No tengo manera de explicar lo feliz que me hace la llegada de la primavera, tanto así que le dedico un post entero.

Por más que me encante el frío, las chaquetas, las botas y las bufandas, tengo muy baja tolerancia para los días grises y las temperaturas menores a 10 grados, y este invierno que recién acaba de pasar me lo confirmó.

No es simplemente que no me gusta, es que hasta mi estado de ánimo se ve súper afectado, soy un animalito del Caribe y necesito mi dosis diaria de sol y calor, no hay manera de negarlo.



Desde que empezó el invierno se me metieron las ganas de no hacer nada, se me fue la inspiración - lo que se nota en la gran disminución de mis posts por aquí - y no tenía manera de salir de ese estado de ánimo gris, razón por la cual este repentino aumento de temperaturas me ha caído de lo mejor, tanto así que de una vez empezaron a flotar mil ideas en mi cabeza, mil proyectos y muchísimos planes, algunos que tienen que ver con este blog, otros que tienen que ver con otras partes de mi vida profesional y personal.



El caso es que ya se me iluminó todo y estoy súper emocionada por lo que viene, de lo cual no quiero hablar ahorita simplemente porque soy supersticiosa y no lo quiero empavar, pero ya verán :)

En fin, como este post va dedicado a la primavera les dejo unas cuantas fotitos que he tomado por ahí, y por supuesto, un rico playlist acorde a la época para que lo disfruten y se emocionen tanto como yo.

¡Ahora salgamos a disfrutar estos días que están como para pasarse de cursi corriendo por una pradera!





Rocanlover




La primera vez que vi a Zoé, hace año y medio en Venezuela, la emoción se me desbordaba por los poros - tengo esta reseña para probarlo. No es para menos si estás viendo a una de tus bandas favoritas desde hace ya quién sabe cuánto tiempo. Ahora, que los he visto una segunda vez, puedo decir que la emoción y el amor sólo consiguieron aumentar.



Aquella vez en Caracas los vi mucho más románticos e íntimos, a pesar de haber sido en un lugar tan grande como lo es el Anfiteatro del Sambil; esta vez sin embargo les conocí en su faceta de rockeros pachangosos y si bien a la primera no paré de llorar, esta vez no paré, ni paramos, de bailar.


Según, tenían cuatro años sin pasar por Chile y se nota que el público los extraño, de principio a fin nadie paró de gritar, saltar, bailar y pedir más. Yo llegué temprano y me aseguré el puesto perfecto, una vez más pude ver a León de frente y lo suficientemente cerca para hacerle ojitos aunque no me pescara ni por un segundo - ¡Pero es que miren a ese hombre y díganme que no les provoca de todo! - bailé hasta que me dolieron los pies, canté hasta que no me dio pa' más la garganta y en total, la pasé increíble y logré salir con esa inmensa satisfacción que nada más te queda al ver a una banda que amas y adoras, cero decepciones.


Admito que extrañé varias canciones, de hecho "Luna" fue la gran ausente, pero por lo visto esa noche no tenían ánimos de nostalgia sino puras ganas de menearse, porque tanto León como Sergio no pararon de saltar por todo el escenario, lanzando regalos y hasta atrapando pantaletas voladoras... Pero la verdad es que no importó porque yo también andaba con más ganas de brincar y olvidarme de todo que de ponerme melancólica, ya bastante chance para eso tuve durante el invierno.


Hace unos días anduve pensando que tenía rato sin viajar, que lo extraño y que este año la verdad es que no he dado tantas vueltas como los anteriores - Aunque no sé qué tan cierto sea eso considerando que hice el viaje más importante de mi vida hasta ahora - mas después de darle vueltas al asunto un rato me di cuenta que no me puedo quejar ni un poquito, porque este año ha sido para matar mi más grande e insatisfecho antojo: El de devorarme cada concierto que se me pase por el frente.

Esta semana fue Zoé, hace algunos días Astro, recién llegando fueron Morrissey y el Lollapalooza, en un mes vendrán The Used, Best Coast y más adelante el Primavera Fauna, así puedo seguir contando y contando hasta hacer un post muy largo, total, que puedo decir que tanto mi dinero como mi tiempo han sido muy bien invertidos.

Ya por ahí se vienen otros chances y planes para salir a dar vueltas, pero mientras tanto, me encargaré de seguir acumulando bandas y artistas a mi lista, haciendo una de las cosas que más felicidad me traen en la vida: El estar metida entre un montón de pendejos disfrutando de primera mano lo que pasé tanto tiempo viendo en una pantalla, envidiando a todos los que tuvieron el placer de experimentarlo en vivo y directo.






Puedes ver las fotos de otros shows en los que he estado visitando mi Flickr, o seguirme por Instagram para ver las de todo lo demás.