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De la adolescencia en los noventa, Rookie y JD Samson




Cuando estaba creciendo yo no tenía Teen Vogue, Seventeen ni nada por el estilo. Ser adolescente en Venezuela entre 1996 y 2004 significaba leer religiosamente la revista , arrancar afiches de Bravísimo y Bravo y ver capítulos viejos de series adolescentes que habían sido canceladas hacía años en sus países de origen. Así, la adolescencia de la clase media en Venezuela era igual a como debió haber sido la adolescencia de la clase media en Estados Unidos, solo que con algunos años de retraso en cuanto a modas. 

Volviendo a la Tú, esta era algo como una cosmopolitan aprobada para niños. La clase de revista que te enseñaba a maquillarte, “vestir bien” y eliminar espinillas que ni siquiera te habían salido. Aquí no se hablaba de “50 Maneras para volver loco a tu hombre” pero sí de “10 Imanes de amor ¡Magia para conseguir galán!”. En fin, una revista para adolescentes como cualquier otra, vendiéndote imágenes de niñas populares, “chavos” guapos y citas ideales a la luz de las velas. Imágenes que no siempre eran terribles, pero tampoco eran reales. 

Una de las principales decepciones de mi adolescencia fue darme cuenta que yo nunca iba a ser una de esas niñas bonitas que tanto me vendían y que esas niñas bonitas nunca iban a ser mis amigas de verdad. Así es la vida. A los trece años yo no tenía ni un pelo atractivo – pondría una foto pero todas fueron eliminadas para siempre, así de horrenda era - usaba frenillos, mis bandas favoritas eran The Cure, The Calling – el primer cd era bueno, lo juro- y Blink 182, las únicas novelas a las que me le acercaba eran aquellas que podía leer y creía firmemente en el matrimonio gay, la igualdad de sexos y los derechos humanos para todos. Uno no tiene que vivir en una sit-com americana para entender que todo eso es igual a rechazo inminente. Es lo que me enseñaron los medios, y en una edad en la que se supone que lo más importante es ser aceptado y tener novio, a mí, como a millones más en aquel entonces, antes y hoy, me hacía falta alguien que me dijera que la vida no se basa en eso, que la adolescencia no es nada como ellos la pintaban. 

Toda esa introducción viene porque ahora, por fin, existe una pequeña luz al final de ese horrible túnel que es la adolescencia mediática, una luz alzada por otra adolescente para iluminar a todos aquellos que sufren por esto hoy y ganarse el respeto de quienes lo sufrimos ya, porque yo lo habré superado, pero aún entiendo lo loca que puede ser esa época. Esa pequeña luz se llama Rookie Mag, una revista online para adolescentes imperfectos y reales, con ideas propias e interés por algo más que “la cita perfecta” y “encontrar el amor” a los 14 años. Rookie Mag es dirigida por Tavi Gevinson, la chamita detrás de Style Rookie, uno de los blogs más visitados en el momento gracias al hecho de que está manejado por una enanita quinceañera obsesionada con The Virgin Suicides, Rei Kawakubo y el riot grrrl movement, una niñita que a su corta edad es asistente fiel a toda semana de la moda y tiene la costumbre de sentarse a hablar sobre caramelos y flores con las hermanas Mulleavy - ajá, las de Rodarte. 

Su revista está inspirada en Sassy, una publicación similar que dejó de existir a mediados de los noventa y representaba una opción alterna para las niñas de la época, hablando sobre suicidios, ETS y feminismo mientras se burlaban de los consejos de otras revistas para atrapar a ese chico perfecto. Aunque han pasado ya quince años desde que esta desapareció, la adolescencia sigue siendo igual y la necesidad de algo como esto se mantuvo ahí. Tavi lo vio y lo aprovechó. 

Rookie es verdaderamente fantástica, algo súper sencillo, pero perfecto y que es necesario agradecer. Este post es para eso. 

Gracias Rookie por servir de guía a esos pobres niños desubicados. Gracias Rookie por decirles la verdad sobre la adolescencia, porque esta es muchísimo más que tener el cabello lo suficientemente perfecto como para que esos niños mayores de cabello también perfecto quieran brindarte un refresco de la cantina, mucho más que quitarte los lentes, los frenillos y subirte el ruedo de la falda para que de pronto todos se den cuenta que en verdad eres bonita y decidan invitarte a sus fiestas. 

Gracias Rookie por mostrarles que está bien ser quienes son y que no todo en la vida se trata de encajar a la perfección, sino que de hecho, en algunos años aprenderán a agradecer que nunca lo hicieron. Gracias por mostrarle a esos niños – a través de las experimentadas y geniales voces de gente como Zooey Deschanel, Fred Armisen y JD Samson – que lo más importante no es ser la más bonita, la más querida y la más popular, que la adolescencia es solo una etapa, que ella no define sus vidas ni es lo más importante o los mejores años que tendrán jamás y que, si algo tienen de cierto las leyendas perpetuadas por los medios, es que en la mayoría de los casos quienes fueron lo máximo en esos tiempos son los primeros que se vuelven feos, aburridos y fracasados post graduación, mientras los rechazados terminan convirtiéndose en Zooey Deschanel, Fred Armisen y JD Samson.

Así que si tienes más de once años y te están empezando a salir pelos raros te recomiendo que leas esta revista, puede que te sirva para entender un poco estos años que se vienen. Y si ya esos pelos te salieron, te graduaste del colegio y tienes años sin ver al resto de tu promoción, no importa, porque esta revista también te puede ayudar a reírte un rato de tu estupidez en aquel entonces o incluso, actuar como guía en lo que estás viviendo ahorita, porque en la vida siempre nos vamos a encontrar gente que sigue creyendo que está en el colegio.

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